jueves, 1 de marzo de 2012

Redes

Bueno, cambiamos de mes y también de temática (dejaremos el resto de poemas de Luz, Calor, Quebrar, Resurgir para más adelante)
Para no rallar con un texto gordote, que es lo que tocaría, hoy propongo... Sí, otro poema.
Esta vez las sílabas són libres, sólo me he fijado en la sonoridad (la sonoridad que yo le doy dentro de mi cabecita, porque soy consciente de que al resto del mundo no le sonará igual) y en las metáforas.

Este poema fue principalmente gestado un día de esos en los que todo a uno le da asco y piensa que todo está en su contra. Apuesto a que habéis tenido uno de esos. Quería animarme o por lo menos plasmar ese sentimiento y salió Redes. Después, digerido a posteriori y cambiando cuatro cosas ha quedado un texto decente.

El poema fué proclamado vencedor (aún me pregunto como) de la Guerra de letras (celebrada estas navidades en el foro de La fábrica de letras). Sólo gané el reconocimiento de los foreros, péro el hecho de haber puntuado más que otros poemas tan buenos, pese a ser un concurso amateur entre colegas, pues, como que a uno le sube también la moral y ese reconocimiento es algo que siempre llevaré conmigo.

Espero que el poema a todos os infunda los mismos ánimos que a mí.

Redes

Un día aullante,
Un atarceder triste,
Un pensamiento recurrente,
Como barco navegando en mar tormentoso,
Como un pasajero mareado por el contoneo del bajel.  
Soy un lucero encendido en la tormenta,
Soy el rojo al otro lado de la piel
transformado por la sangre que fluye,
Pequeño y bravío, la nada y el todo a su vez. 

Me pierdo en la inmutable corriente del tiempo.
Me sumerjo en esos diques de hilos trenzados al viento
cuyas hebras se pierden en espirales entre mi pensamiento.

Los pescadores zarpan entre esos arrecifes,
Sus redes me arrastran, sus redes me toman, sus redes me ven
bajo el abrasante restallar de las olas que sondean mis fondos abisales.

Soy el lucero encendido en la tormenta,
Soy el rojo al otro lado de la piel
transformado por la sangre que fluye,
Pequeño y bravío, nada y todo a su vez. 

Soy el fotón que atraviesa la muralla.
Sé que no me rendiré.
Ni el restallar de mil llantos al alba,
pondrá mi rumbo a torcer.  

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