martes, 28 de agosto de 2012

Moho

Moho,
negro y viscoso,
tóxico cómo el veneno.

Moho que repta,
Moho que acecha,
Moho que espera,
Que consume todo tras su estela.

El avatar del miedo,
El Portaestandarte del olvido,
El Behemot del sueño
Que me tiene en vilo.

El que me consume por las noches,
El que me atonta en las mañanas,
Y que filtra en mis orejas, que rendirse,
no es una cosa tan mala.

Moho que caza,
Moho que grita,
Moho que envidia,
Que destruye todo lo que me cobija.

El trilero del engaño,
El bufón del desconcierto,
El ladrón del deseo
y de todo lo que me da contento.

El que me arrebata lo que quiero,
El que me bloquea el pensamiento,
El que se regodea en mis llantos
y que tortura mis sentimientos.

Moho que golpea,
Moho que desgarra,
Moho que parasita,
que hasta el último aliento me quita.

El que mústia mis años,
El que sesga los segundos,
El que saquea los recuerdos
y en su lugar deja lamentos.

Moho que usurpa,
Moho que mata,
Moho que gana.

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